El sábado pasado eran carnavales aquí, pero nos habían dicho que era muy peligroso así que no teníamos pensado ir. Fuimos a dar un paseo por la Cinta Costera y sin querer llegamos al Carnaval, y como no vimos mucha gente entramos.
Lo pasamos genial los tres, coincidió que había desfile y Emma se quedó impresionada. Estuvo toooda la tarde saludando a todo el mundo como si fuera una de las Reinas... Se durmió saludando y despertó saludando. Y todavía hoy le dan ataques de Reina y se pone a saludar como una loca!!
Cenamos en un puesto callejero de esos que siempre veíamos y pensábamos que nunca íbamos a probar y la verdad es que estaba todo buenísimo.
A veces los mejores planes son los improvisados.
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